En la reforma de este local comercial para convertirlo en una pequeña oficina de dirección fue muy importante conservar y rehabilitar algunos elementos del antiguo local, conjugando lo antiguo con la nueva decoración de la oficina. De esta forma se mantuvieron las antiguas contraventanas de madera cambiando los vidrios por unos dobles con cámara. En los suelos se optó por colocar unos mármoles con unos despieces en forma de cenefa negra que enmarcaban toda la sala. La decoración a base de tonos blancos, grises y negros se completa y contrarresta con la introducción del color rosa, en este caso mediante las tapicerías del mobiliario.